Otra vez, las biopics (y una troglodita)


Saco un comentario breve luego de otro mes de silencio. Nada más. El último sobre nostalgia fílmica. Y sí hice mi tarea. Hasta me eché El príncipe y la corista. Aquí va:

Es el colmo; pero no debería de sorprenderme. Al fin y al cabo, cada año sucede lo mismo. De nuevo, la biopic apareció como protagonista durante la temporada de premiaciones que apenas acaba de terminar. Protagonista en lo referente a las categorías de actores. Ya no me queda duda de que lo hacen adrede. Ahí está el ejemplo de la soporífera La dama de hierro (2011) por la que Meryl Streep ganó un premio sumamente sobrevalorado: el monigote de oro. Fuera de la actuación (imitación, dicen crueles algunos) y del excelente maquillaje desplegado en la cinta, no hay mucha sustancia en esta biografía fílmica dirigida por Phyllida Lloyd (la misma directora de ni más ni menos que Mamma mia!). Quizás Margaret Thatcher no se muestre tan atractiva para el mundo cinematográfico como lo ha sido, por ejemplo, la familia real de Inglaterra. O todo se reduce a que Lloyd no era la cineasta indicada para llevar a la pantalla grande su vida. O —y ésta es una teoría no por completo descabellada— tal vez el ego de Meryl Streep es tan grande y tan sobrecogedor que eclipsa de forma total con su despliegue histriónico el resto de los elementos de la película, volviéndola gris y olvidable.
Un caso bastante distinto es el de Mi semana con Marilyn (My Week with Marilyn, 2011) donde, aunque el alcance no sea el mismo (claro, se trata de la biopic de una leyenda hollywoodense y no de una mujer destacada en la política), todos los ingredientes esenciales de un filme se hallan en equilibrio. La cinta en sí podrá no constituirse como una obra maestra y sin duda lo que destacará por encima de otros valores de producción será la capacidad histriónica del o de la protagonista. Sí, eso es cierto. Pero la dirección de Simon Curtis es mucho más prudente que, por ejemplo, la de Lloyd en La dama de hierro. Mi semana con Marilyn es un divertimento. Sin embargo, muy bien trabado. En él resaltan, por supuesto, las actuaciones. Aunque, insisto, sin detrimento de los otros factores fílmicos.
Tengo la teoría de que Kenneth Branagh se moría por interpretar en una biopic a Sir Laurence Olivier, actor al que ha emulado en más de una ocasión. Sobre todo, en terrenos shakespeareanos. Aquí Branagh interpreta a Olivier, el actor y el director, durante el desastroso rodaje de la cinta El príncipe y la corista (1957), protagonizada por el inglés y la superestrella estadounidense. En dicho crédito, Olivier interpretaba al rey regente de Carpathia, un hombre de ridículo acento, un ser distante y además congelado dentro de los gélidos aires del protocolo. El regente ve su tranquilidad destruida cuando invita a una cena "íntima" (en realidad, ardid para llevarla a la cama) a la corista interpretada por la Monroe. No muy lejos de El artista, el cine reflexiona sobre sí mismo pues la historia de Mi semana con Marilyn se cuenta a través de los ojos de Colin Clark (Eddie Redmayne), el “tercer” asistente del director. Es decir, un mandadero joven e ingenuo de una familia aristocrática. Luego de desafiar las convenciones de sus muy estirados padres en una sociedad todavía regida por las diferencias de clase, Colin logra un trabajo humillante en la productora de Olivier y sólo así se convertirá en testigo del caótico rodaje, caótico a causa del temperamento y de la fragilidad de Marilyn (Michelle Williams). Con tanta suerte correrá en su debut en el mundillo del cine que el muchacho terminará involucrándose con la mujer más deseada por todos.
El resto del reparto le da una nada deleznable solidez a la cinta. Son rostros bien conocidos en el cine oriundo de las islas británicas. Ahí está Dame Judy Dench en el papel otra Dame: Sybil Thorndike. Julia Ormond se calza la piel de una Vivien Leigh preocupada por la edad y ya con la idea bien asumida de que su esposo trajo a Marilyn a Londres para tener una aventura de filmación con ella. Zoë Wanamaker, Dominic Cooper, Toby Jones y hasta la Hermione de Harry Potter, Emma Watson, completan el elenco. Con respecto a la actriz principal, no sé ni tengo manera de saber si Michelle Williams la tuvo fácil o difícil ante este reto. Sólo soy capaz de hablar desde mi percepción, limitada como todas. Pero lo que aquí destaca es la vulnerabilidad de Marilyn. En lo referente a dicha figura del cine hollywoodense no me considero imparcial. Y, a pesar de albergar la simple intención de divertir, hubo momentos en que la Marilyn de Michelle Williams me partía el corazón. En eso y en el hecho de no comerse al resto de la cinta como la troglodita Streep, reside el profesionalismo de esta joven actriz. Por supuesto, a causa de sus contadas nominaciones al sobrevalorado premio su fecha de estreno en México será hasta el 27 de abril. Eso si no se pospone.

Mi semana con Marilyn (My Week with Marilyn, 2011) Dirigida por Simon Curtis. Producida por David Parfitt y Harvey Weinstein. Protagonizada por Michelle Williams, Eddie Redmayne y Kenneth Branagh.

El avance: http://www.youtube.com/watch?v=U_tbnTM7zVE

Nota del 6 de mayo: La fecha de estreno en el DF como lo predije sí se pospuso. Será hasta el 11 de mayo si es que no la cambian de nuevo.